Llega el verano y sabemos que debemos ponernos una gorra o sombrero para salir a la calle, crema solar si vamos a la playa o a la piscina y beber mucha agua, pero… ¿Qué pasa con nuestros ojos?

Bajo el sol:

Verano es la época en la que el sol está más cerca de la Tierra, por lo tanto, aumenta el índice de rayos UV. Este hecho, si no tomamos las precauciones adecuadas, puede generarnos problemas.

  • Queratitis actínica: aparece tras una exposición prolongada al sol, y rayos ultravioletas en general, sin protección. Los síntomas suelen ser dolor, lagrimeo, ojo rojo o incluso intolerancia a la luz (fotofobia).
  • Degeneraciones conjuntivales: La más conocida y frecuente es el pterigion. Éste consiste en un crecimiento anormal de la conjuntiva que se produce tras una exposición prolongada al sol, polvo y cuando haysequedad. Los pacientes pueden observar una mancha blanca o de color carne.
    El pterigion suele ser indoloro pero a medida que se vaya haciendo grande, puede ocasionar molestias tales como sensación de cuerpo extraño u ojo seco. Si no se controla, puede llegar a originar problemas importantes como astigmatismo.

  • Otras consecuencias: aunque con mucha menor frecuencia, la sobre exposición a los rayos UV pueden producir afectaciones en la retina o acelerar el proceso de cataratas.

Por todo ello, es importante la utilización de gafas de sol con filtro homologado.

Piscinas y playas:

La presencia de cloro en las piscinas es imprescindible para garantizar la salubridad del agua y luchar contra bacterias que pueda haber. Sin embargo, este elemento no beneficia a nuestra salud ocular. El cloro, puede producir irritación y sus síntomas se suelen dar media hora después del baño. Además, el exceso de cloro (o incluso, bañarse en aguas insuficientemente tratadas y preparadas), multiplica el riesgo de padecer conjuntivitis. A su vez, la sal del agua del mar, también puede provocar irritación si abrimos los ojos bajo el agua.

Precauciones que debemos tener en cuenta en este escenario:

  • No compartir toallas o gafas (ya sean de sol o de buceo) que puedan estar en contacto con los ojos.
  • Es conveniente no ir con maquillaje.
  • No bañarse ni tomar el sol con lentes de contacto
  • Usar gafas de buceo o no abrir los ojos bajo el agua

Aires acondicionados:

Con temperaturas elevadas, es un placer llegar a algún sitio donde tengan el aire acondicionado puesto. Aun así, éste también puede originarnos problemas como, la sequedad ocular.

  • Ser cautelosos con la temperatura y no bajarla en exceso (entre 21 y 26 grados).
  • No abusar de su uso
  • Utilizar lágrimas artificiales (a poder ser sin conservantes) para contrarrestar la sequedad producida por el aire acondicionado.